domingo, 27 de julio de 2014 0 comentarios

J'attendrai-Juan Marsé-Rina Ketty



Veo a un joven introvertido y algo fúnebre, con un volumen de Garcilaso eternamente pegado al sobaco, una camisa blanca abierta a lo Byron y una cojera añeja, romántica.. Un tipo más bien insufrible, me temo. No te será difícil deleitar a los cándidos lectores de tu revista presentándome en aquel saloncito en penumbra al acecho de las señoritas Monteys, dormitando en el sillón orejero con un libro en las manos, la pupila desbocada y una discreta tensión en la bragueta. Puedes describirme así, si quieres, y con su pan se lo coman… Por cierto, provocaba casuales encuentros por toda casa con ambas hermanas, aunque en esa época mis preferencias iban por tu madre. Las dos tocaban el piano y les gustaba perpetrar eso a oscuras, quizá se habían acostumbrado con las restricciones de luz. Tu madre, por ejemplo, cada atardecer se sentaba al piano con su desfalleciente J’attendrai y su chal morado echado sobre los hombros, que invariablemente, en los últimos compases, resbalaba y caía al suelo, lo que me permitía acercarme a ella cojeando elegantemente e iniciar alguna frase desenvuelta

La muchacha de las bragas de oro. Juan Marsé.





Melodía típicamente francesa, fue grabada por primera vez en 1938 por Rina Ketty. Sus autores –Dino Olivieri (música) y Louis Poterat (letra)– la habían compuesto en 1933 inspirándose en el tema “Coro a bocca chiusa”, de la ópera de Puccini Madame Butterfly.

Rina Ketty la grabó por primera vez en 1938. Nacida en Sarzana (Italia) en 1911, marchó a París en 1930 movida por sus inquietudes artísticas. En 1932 comenzó a cantar en el cabaret Lapin à Gill. Su acento gustó, y en el periodo comprendido entre las dos guerras mundiales –gracias sobre todo a J’attendrai– se convirtió en una popular cantante que llenaba los cabarets y salas donde actuaba.

Meses después la registro en disco Tino Rossi (Tornerai) y al año siguiente Jean Sablon.

La canción fue un gran éxito desde entonces en toda Europa, especialmente en Alemania, donde se convirtió en una de las canciones preferidas durante la Segunda Guerra Mundial.
martes, 22 de julio de 2014 0 comentarios

Temple-Monzón



El viaje de cinco días hasta Monzón lo hizo Castelnou en silencio. Cabalgaba a lomos de su caballo como lo hiciera cuando profesaba en la Orden del Temple: taciturno, erguido sobre su silla de montar, con la cabeza recta y el mentón ligeramente levantado, en esa pose orgullosa y solemne que mostraban los caballeros templarios cada vez que salían de sus encomiendas para realizar una patrulla.
La comitiva guerrera la encabezaba el barón, escoltado por dos portaestandartes, uno con el pendón del conde de Ampurias y otro con el del linaje de los Moncada, y tras él formaban veinte caballeros, todos los suyos y doce más del conde de Ampurias, varios escuderos y criados y dos carretas cargadas de víveres y enseres de guerra.
Al llegar a Monzón, Jaime contempló la formidable fortaleza templaria. El poderosísimo castillo se alzaba en lo alto de un escarpado cerro de laderas terrosas casi verticales.



El caballero del templo. José Luis Corral. 



 A 65 kilómetros de Huesca, sobre un escarpado cerro, se alza esta poderosa fortalezas templaria. En época musulmana era una estratégica plaza situada en el límite de los distritos de Huesca y Lérida. En el siglo XI fue tomada por el Cid Campeador al frente del ejército musulmán del rey de la Taifa de Zaragoza. La vida del Cid está íntimamente ligada a esta fortaleza, en la que quedó bajo custodia durante años su famosa espada, la Tizona.




Tras el testamento de Alfonso I el batallador, se creó en Monzón una gran encomienda templaria, que llegó a ser la principal casa del Temple en la Corona de Aragón, centralizando aquí la comandancia militar. En Monzón se convocaron en numerosas ocasiones las Cortes de la Corona y otras reuniones importantes, como las previas a la conquista de Valencia o a los ataques al reino de Francia.
En este castillo pasó su infancia el futuro rey de Aragón Jaime I el Conquistador, bajo la tutela del maestre del templario. En el siglo XIV, cuando el Papa Clemente V ordenó el arresto de todos los miembros de la Orden del Temple, el comendador de Monzón, se hizo fuerte en este castillo. El ejército real sitió la plaza, tras siete meses de asedio los soldados del rey tomaron Monzón. Las posesiones templarias pasaron a la orden de San Juan de Jerusalén. Con el tiempo, la encomienda fue perdiendo importancia, aunque se mantuvo como tal hasta el siglo XVIII.



Muchas de las leyendas del castillo de Monzón hacen referencia a su red de galerías subterráneas. Se dice que los templarios disponían de ocho galerías subterráneas secretas para salir al exterior. Actualmente el castillo cuenta con una serie de paneles informativos, donde se explican algunas de estas galerías con fotos, mapas y dibujos. Las galerías subterráneas no sólo fueron importantes en el asedio final a los templarios, sino que Jaime I también las conocía. Cuenta una leyenda que se escapó del castillo por uno de estos túneles, llegando hasta el río Cinca, cruzándolo a nado con apenas ocho años de edad.



miércoles, 9 de julio de 2014 0 comentarios

Harry Quebert-Joël Dicker- Elvis Presley



Empezó el espectáculo; escuchó un coro infame, y después un conjunto de trompetas sin swing. Estrellas de la danza sin estrella, piano a cuatro manos sin alma y cantantes sin voz. Después todo quedó a oscuras y un proyector dibujó en el escenario un círculo de luz. En medio apareció ella, con un vestido azul de lentejuelas que la cubría de reflejos. N-O-L-A. Se hizo un silencio absoluto mientras se acomodaba en una silla alta, se colocaba el pasador y ajustaba el pie del micrófono que tenía delante. Antes de empezar dedicó una sonrisa resplandeciente al auditorio, y acto seguido cogió una guitarra y empezó a sonar una versión muy  personal de Can’t Help Falling in Love With You

 La verdad sobre el caso Harry Quebert. Joël Dicker.





«Can't Help Falling in Love» (No puedo evitar enamorarme) es una canción del género pop compuesta en el año 1961 por George David Weiss, Hugo Peretti, y Luigi Creatore, e interpretada por Elvis Presley para la película Blue Hawaii. Está basada en la composición clásica francesa Plaisir d'amour de Jean Paul Égide Martini. Elvis grabó la canción el 23 de marzo de 1961 en Radio Recorders. El sencillo permaneció 14 semanas en las listas de éxitos Billboard alcanzando el número 2, en Inglaterra «Can't help falling in love» fue número uno durante cuatro semanas. Un disco de oro fue certificado por la RIIA el 30 de marzo de 1962.
La canción fue utilizada por Elvis Presley para cerrar sus conciertos en vivo.
jueves, 3 de julio de 2014 0 comentarios

Kawabata-Shisendo-Durmientes



Palpó los huecos de su columna vertebral. Ella se sacudió los hombros y de nuevo se colocó boca abajo. Parecía ser una posición favorita. Después se volvió otra vez hacia Eguchi. Con la mano derecha asió suavemente el borde de la almohada y posó la izquierda sobre el rostro de Eguchi. Pero no dijo nada. Su aliento era suave y cálido. Movió el brazo que descansaba sobre el rostro de él, buscando evidentemente una posición más cómoda. Eguchi lo cogió con ambas manos y lo colocó sobre sus propios ojos. Las uñas largas pinchaban un poco el lóbulo de su oreja. La muñeca estaba doblada sobre su ojo derecho y la parte más estrecha presionaba el párpado. Deseoso de mantenerla allí, Eguchi la sujetó con ambas manos. La fragancia que penetraba sus ojos volvía a ser nueva para él, y le inspiró nuevas y ricas fantasías. Precisamente en esta época del año, dos o tres peonías de invierno floreciendo bajo el calor del sol, al pie de alta valla de piedra de un viejo templo en Yamato. Camelias blancas en el jardín, cerca de la veranda del Shisendo.

La casa de las bellas durmientes. Yasunari Kawabata.




El templo Shisen-do, es un modesto edificio que se asemeja más o menos a una gran cabaña de paja. Dentro, sus paredes están adornadas con pergaminos colgantes de poemas tallados en tinta y 36 retratos magistrales de antiguos poetas chinos. Desde el estudio, se observa un pintoresco jardín de arena blanca y azaleas en miniatura (que alcanzan su pico de belleza en mayo) y árboles de arce. Una pequeña cascada alimenta un "shishi odoshi," un dispositivo de bambú que gradualmente se llena de agua en un extremo y hace un sonido penetrante en el otro extremo, mientras vacía el agua por si mismo. 


El templo de Shisen-do fue construido en 1641 por Jôzan Ishikawa, perteneciente a una familia de samurai y consejero del Shogun Tokuwaga, durante el Período Edo. El nombre "Shisendo" significa "Salón de Poetas Inmortales" y los pisos del templo son famosos por su tranquilidad. Los visitantes del templo pueden experimentar la serenidad y una elegancia sencilla de una época pasada.


El autor del jardín estuvo en Kyoto aprendiendo las artes de la filosofía, té y diseño de jardines.Por ello el jardín tiene una mezcla de lo típicamente tradicional y los jardines de té. Es una mezcla de jardines de paisaje seco o karesansui, con jardines de paseo (típico de los jardines de té).

La primera imagen del jardín es un espacio que atrapa al espectador desde el principio. Es un grupo de setos de azaleas que están recortadas con unas formas redondeadas. Esta técnica tiene un nombre específico, se llama Karikomi.



El fondo del paisaje formado por las azaleas se introduce en él mediante la técnica del “Paisaje Prestado” o Shakkei. La azalea se mantiene estática mientas el fondo cambia. El suelo es arena blanca que aporta luz a la composición y que es rastrillado con gran sutileza.

El recorte de los setos es constante, simulando paisaje o simplemente rocas y piedras, elementos muy valorados en la religión sintoista en Japón pues son lugares donde se encuentran alojados los dioses.



 
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