Una vez hubo un Louis Amstrong que tocaba sus hermosas frases en el barro de Nueva Orleans; antes que él estaban los músicos locos que habían desfilado en las fiestas oficiales y convertido las marchas de Sousa en ragtime. Después estaba el swing, y Roy Eldridge, vigoroso y viril, que tocaba su trompeta y sacaba de ella todas las ondas imaginables de potencia y lógica y sutileza….. Miraba su instrumento con ojos resplandecientes y amorosa sonrisa y transmitía con él al mundo del jazz. Después había llegado Charlie Parker, un niño de la cabaña de su madre en Kansas City, que tocaba su agudo alto entre los troncos, que praticaba los días lluviosos, que salía para escuchar el viejo swing de Basie y Benny Moten, en cuya banda estaban Hot Lips Page y los demás…. Charlie Parker dejó su casa y fue a Harlem y conoció al loco de Thelonius Monk y al más loco aún de Gillespies…. Charlie Parker en sus primeros tiempos cuando flipeaba y daba vueltas mientras tocaba. Era algo más joven que Lester Young, también de Kansas City, ese lúgubre y santo mentecato en quién queda envuelta toda la historia del jazz; mientras mantuvo el saxo tenor en alto y horizontal era el más grande tocándolo, pero a medida que le fue creciendo el pelo se volvió perezoso y despreocupado, el instrumento cayó cuarenta y cinco grados, hasta que finalmente cayo del todo y hoy lleva zapatos de suelas muy gruesas y no puede sentir las aceras de la vida y apoya el saxo contra el pecho y toca fríamente y con frases muy fáciles. Esos eran los hijos de la noche bop americana.
En el camino. Jack Kerouac.
El bebop es un estilo
musical del jazz que
se desarrolla en la década de los cuarenta del siglo XX;
cronológicamente sucede al swing
y precede al cool o West
coast jazz, y al hard bop. Sus iniciadores fueron Dizzy
Gillespie, Charlie Parker, Max Roach, Bud Powell
y Thelonious
Monk.
Al llegar a los años
40, el jazz se
encontraba musicalmente en un callejón sin salida. Muchos músicos estaban
frustrados por las limitaciones que suponía tocar en grupos grandes (Big bands), y
empezaron a buscar formas de expresión nuevas y originales.
La generación más joven del jazz, sobre todo
Parker y Gillespie, optaron por reírse abiertamente de las normas. La respuesta
de Gillespie al aburrimiento de la rutina del swing
fue tocar a un ritmo
furioso y llenar el breve solo que se le concedía en la orquesta con
tantas ideas armónicas
y melódicas
como podía.
Por esta época ya ha saltado a la escena la
influencia cubana, presidida por el trompetista Mario
Bauzá, que había estado en los años 30
en la big band
de Chick
Webb, y el conguero Chano Pozo,
enrolado en la banda de Gillespie que, por aquellas fechas, aún no era un
revolucionario.
El Bop comienza a gestarse como consecuencia de
la llegada a las orquestas de un gran número de músicos muy jóvenes, para
sustituir a los que fueron movilizados durante la guerra. Muy pronto, las Big
bands deben desintegrarse pues los circuitos comerciales se han hundido tras la
guerra y resulta difícil mantener formaciones de tan gran tamaño.
Como señalan Case y Britt, los músicos se
dispersan en una infinidad de pequeños grupos que, obviamente, no pueden continuar con una música que exige grandes formaciones y, en
consecuencia, están dispuestos a asumir cualquier propuesta, por muy radical
que pareciese en ese momento.
El Bop sufrió inicialmente un profundo rechazo de
la crítica jazzística (Ortiz Oderigo, Hughes Panassié, etc.) y, en ocasiones,
de los propios músicos swingers, acusado de ser no-jazz. Sin
embargo, la temática Bop y la propia actitud de resistencia y rechazo cultural
a la colonización de la música negra por la comercialidad, que conllevaba, lo
acercan al blues y
al jazz primitivo mucho más de lo que estuvo nunca el swing.
Muchos boppers se movían entre los que
habían sido expulsados hasta los márgenes de la sociedad: poetas, homosexuales,
artistas, traficantes de drogas y proxenetas. Muchos se describían a sí mismos
como beats, un diminutivo de 'beatitud', los benditos oprimidos de la
sociedad; el Bebop tiene una estrecha relación con el movimiento literario
estadounidense denominado Generación
Beat.
El bebop jamás llegó a ser tan popular
como el swing. En primer lugar porque en el momento fuerte de
la revolución bebop, en 1942, el Sindicato de Músicos prohibió a los músicos grabar para
protestar por la falta de ingresos por la música reproducida en la radio y en
las gramolas; la consecuencia es que mucha de la mejor música del momento no
fuese grabada. En segundo lugar porque su época de eclosión fue muy breve.
Finalmente, porque no era una música fácil como el swing, sino
creativa e impredecible. El gran público prefería la música de entretenimiento
y espectáculo, por ejemplo la de los cantantes de baladas modernos como Frank
Sinatra, Bing Crosby, etc. Por otro lado, la música negra que
estaba empezando a atraer a las masas era el Rhythm
& Blues, grupos pequeños y de música popular de donde surgiría el rock
and roll.
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