El desenlace sobrevino inesperadamente. Marfa Petrovna sorprendió un día en el jardín, por pura casualidad, a su marido en el momento en que acosaba a Dunia, y lo interpretó todo al revés, achacando la culpa a tu hermana. A esto siguió una violenta escena en el mismo jardín. Marfa Petrovna llegó incluso a golpear a Dunia: no quiso escucharla y estuvo vociferando durante más de una hora. Al fin la envió a mi casa en una simple carreta, a la que fueron arrojados en desorden sus vestidos, su ropa blanca y todas sus cosas: ni siquiera le permitió hacer el equipaje. Para colmo de desdichas, en aquel momento empezó a diluviar, y Dunia, después de haber sufrido las más crueles afrentas, tuvo que recorrer diecisiete verstas en una carreta sin toldo y en compañía de un mujik. Dime ahora qué podía yo contestar a tu carta, qué podía contarte de esta historia.
Crimen y Castigo. Fiòdor Dostoievsky.
El término mujik, pronunciada la J como en francés (en ruso: мужик, que significa hombre) era empleado para referirse a los campesinos rusos que no poseían propiedades, generalmente antes del año 1917.
Antes de que en 1861 se realizaran reformas agrícolas en Rusia, los mujíks eran siervos.
Después de dichas reformas, a los siervos se les otorgaron parcelas
para trabajar la tierra, y se convirtieron en campesinos libres. Estos
campesinos fueron conocidos como mujíks hasta 1917, cuando se produce la revolución soviética.
El mujik es generalmente descrito en la literatura rusa como un ser pobre. En ocasiones se le presenta como un alguien perverso y corrupto.
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