"Eché
a andar hacia Broadway, sólo porque sí, porque hacía años que no había estado
allí. Además, quería encontrar una tienda de discos que abriera los domingos. Quería
comprarle a Phoebe un disco que se llamaba Little Shirley Beans. Era un disco
muy difícil de encontrar. Era uno sobre una cría que no quería salir de casa
porque le faltaban dos dientes de delante y le daba vergüenza salir. Lo había
oído en Pencey. Lo tenía un chico del piso de arriba y traté de comprárselo
porque sabía que a Phoebe le volvería loca, pero no quiso vendérmelo. Era un
disco estupendo, muy viejo, que esa cantante negra, Estelle Fletcher, había
grabado hacía como veinte años. Lo cantaba muy a lo Dixieland y a lo casa de putas
y no sonaba nada empalagoso. Si lo cantara una chica blanca, haría que sonara
cursilísimo, pero Estelle Fletcher sabía muy bien lo que hacía y era uno de los
discos mejores que había oído en mi vida. Pensé que lo compraría en alguna
tienda que abriera los domingos y luego lo llevaría al parque. Era domingo y
Phoebe suele ir a patinar al parque los domingos. Sabía más o menos dónde
encontrarla."
El guardian entre el centeno. J.D. Salinger.
Publicada originalmente en 1945, la obra maestra de Salinger se
convirtió inmediatamente en una obra de culto de toda una generación de
lectores. La impresionante fuerza con que el adolescente protagonista se
mira a sí mismo es de una brillantez sostenida como sólo muy pocos
autores pueden lograr. Las peripecias del adolescente Holden Cauldfiel
en una Nueva York que se recupera de la guerra influyeron en sucesivas
generaciones de todo el mundo. En su confesión sincera y sin tapujos,
Holden nos desvela la realidad de un muchacho enfrentado al fracaso
escolar, a las rígidas normas de una familia tradicional, y a la
experiencia de la sexualidad más allá del mero deseo.
John Hinckley Jr, (que intentó asesinar a Ronald Reagan en 1981) declaró que estaba obsesionado con el libro. Mark David Chapman al matar a John Lennon
leyó este libro, hasta que llegó la policía y lo arrestó. En su
declaración a la policía tres horas después, Chapman dijo: «Estoy seguro
que la mayor parte de mí es Holden Caulfield, el personaje principal
del libro. El resto de mí debe ser el Diablo.»
Treinta años después de su publicación en 1951, El guardián entre el centeno
era tanto el libro más prohibido, como el segundo más estudiado como
lectura obligatoria en los institutos estadounidenses. En la década de
1990 fue el nº 13 en la lista de libros más leídos en su país según la
Asociación de Bibliotecas Estadounidenses y en el año 2005 se mantuvo
entre los diez primeros.