“Digo esto porque Waltraud, que tiene menos imaginación que una hormiga, no acaba de entender qué hacían algunos compatriotas suyos en la Barcelona de 1713 y 1714. Por esa época no era el sitio más agradable del mundo, pero un aventurero no busca lo seguro, sino lo emocionante. Muchos de ellos tenían motivos para no volver a su tierra y la Generalitat pagaba bastante bien; y otros, en fin, tenían una buena razón para quedarse.Has de saber, mi querida y horrenda Waltraud, que en este mundo existe un fenómeno que se basa en la mutua atracción entre genitales masculinos y femeninos, también conocido como amor. Barcelona estaba llena de mujeres bonitas, solteras o casadas con marineros que casi nunca aparecían por casa y… bueno, ¿para qué seguir? El resto de extranjeros enrolados eran tan pocos que no vale la pena ni contabilizarlos. Eso si, había un poco de todo, desde húngaros hasta irlandeses (¡e incluso napolitanos! ¡Siempre, por todas partes!). Llegué a conocer a uno que era de los Estados Pontificios.Pero, como digo, el grueso de nuestro ejercito estaba integrado por simples civiles. Había abandonado mi ciudad muy joven y sólo estaba vagamente al corriente de la forma tradicional de defenderla. Se basaba en la Coronela, o milicia local.”
Victus. Albert Sánchez Piñol.
La
Coronela de Barcelona, es una milicia cívica vinculada a los
gremios, que se desenvuelve y adquiere plenitud militar en el
contexto de la Guerra de Sucesión española (1705 - 1714). Se trata de una institución
heredera de distintas tradiciones bélicas catalanas de autodefensa. Sus contemporáneos del siglo
XVIII, consideraron la Coronela como una evolución directa de la hueste de
Barcelona, configurada durante la edad media , modelo que tenia réplicas en
otras ciudades catalanas. Se puede decir que este tipo de milicia era
similar al que se desarrolló en otros núcleos urbanos del resto de Europa.
El
mando supremo de la unidad, corresponde al "Conseller en Cap ", que
ejerce como coronel. Por debajo hay un teniente coronel propuesto por la Ciudad
y concedido por la Corona. Esta figura debía de tener un claro perfil militar y
técnico, teniendo en cuenta que no necesariamente el "Conseller en Cap
", el coronel, había de tener conocimientos o experiencia militar. Hay que
tener presente que el coronel, como "Conseller", ejercía el cargo
únicamente durante un año, y en este sentido era el teniente coronel el que garantizaba
la continuidad en la línea de mando.
La
Coronela de Barcelona tenía como ámbito de combate la propia ciudad, no estando
concebida para salir a campo abierto. Su cometido era el custodiar toda la
ciudad, controlando las entradas y las salidas por los portales, y patrullando
las murallas; con dicho cometido liberaba de dicha tarea al Real Ejército de
Carlos III de Austria, quedando todos sus efectivos operativos como ejército de
campaña para poder expulsar a los invasores franceses y acabar con el Real
Ejército de Felipe V de Borbón. Aun así, y a manera de unidad especial de
combate apta para operaciones especiales en el campo delante de Barcelona, la
Coronela se dotó de una compañía granaderos formada por los 200 hombres más
excelsos físicamente, seleccionados de entre todas las compañías; se documenta
su presencia en las ceremonias de gala que presidían los actos tradicionales de
los gremios que formaban la Coronela de Barcelona.
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