La bomba de Max, que describieron en el juicio como un artefacto constituido por una lata llena de azufre, nitrato y carbón, se descubrió antes de que estallara, y le arrestaron en menos de veinticuatro horas. Otros tuvieron más o menos éxito y todo comenzó de nuevo, peor de lo que había sido antes; redadas, arrestos, detenciones sin juicio. Los blancos que eran amables con sus animales domésticos y sus criados se sintieron conmocionados ante las bombas y el derramamiento de sangre, del mismo modo que se habían conmocionado en 1960, cuando la policía disparó contra hombres, mujeres y niños en el exterior de la oficina de pases de Sharpeville. No pueden soportar la visión de la sangre; y dieron de nuevo, a aquellos que carecen de voto, el humano consejo de que la manera decente de realizar el cambio debe basarse en los medios constitucionales.
El último mundo burgués. Nadine Gordimer.
El año 1960 fue
uno de los más intensos en Sudáfrica a nivel político cuando los dos
principales movimientos de liberación anti-apartheid, el ANC (African National
Congress) y el PAC (Pan-African Congress) lanzaron algunas campañas
contundentes contra las leyes impuestas por el gobierno racista. En este
momento el PAC iba ganando apoyo tanto en Cape Town —en los townships de Nyanga
y Langa— como en el área de Johannesburgo, en Soweto y Sharpeville (a 50 km de la ciudad). Una de
las campañas más potentes que lanzó el PAC, era en respuesta a la Ley
de Pases impuesta por el gobierno. Esta Ley consistía en el control de
los desplazamientos de la población negra dentro del país mediante un documento
que tenían que llevar consigo. En caso de que no lo llevasen, podían sufrir
penas de prisión. Esos pases determinaban a qué zonas podían acceder y cuáles
eran áreas sólo para blancos teniendo, por lo tanto, prohibido el acceso. Esta
situación era dramática ya que aparte de la discriminación racial evidente, suponía
la separación de las familias en las que uno de los miembros trabajaba en áreas
sólo para blancos, ya que sus familias no podían acceder a esas zonas
reservadas a visitarles.
Durante el mes de
marzo de ese mismo año se llevaron a cabo varias manifestaciones contra la Ley
frente a las comisarías de policía, donde pretendían quemar sus pases como
forma de protesta.
El 21 de marzo de 1960 fue cuando más gente
participó y en algunas ciudades las manifestaciones llegaron agrupar a unas
20.000 personas, que fueron después dispersadas a porrazos y bajo la amenaza a
un avión a baja altura (Ross, 2006). Pero estas tácticas no tuvieron el mismo
efecto en Sharpeville.
Allí la policía comenzó a disparar
contra las 5.000 personas que estaban protestando frente a la comisaría. El
saldo fue sesenta y ocho personas asesinadas y ciento ochenta heridas.
Después
de este dramático episodio, el clima social se incendió dando lugar a más
manifestaciones en varias partes del país, especialmente en Ciudad del Cabo,
aunque sin lograr la suspensión de la Ley de Pases de forma definitiva. Poco
después, en abril, se ilegalizaron los movimientos de liberación ANC y PAC. Y
años después la masacre se volvería a repetir en Soweto.
La matanza de Sharpeville marcó un hito en la historia del movimiento
contra el apartheid y motivó que la Asamblea General de las Naciones
Unidas eligiera esa fecha para recordar cada año la necesidad de luchar
contra el racismo, no importa dónde o cuándo aparezca.
Desde 1966 cada 21 de marzo se celebra el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, o lo que es lo mismo el Día Internacional contra el Racismo
Desde 1966 cada 21 de marzo se celebra el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, o lo que es lo mismo el Día Internacional contra el Racismo