sábado, 11 de octubre de 2014

Bilbao - Felix G. Modroño - Stradella



“Por fortuna, Alfredo pudo acompañarla en sus momentos postreros; aquello en los que su madre quiso morir en paz y desvelarle un secreto guardado durante años. Un secreto que, unido a sus historia con Izarbe, le venía impidiendo su regreso a Bilbao. Quizás por eso, a veces prefería que ella se lo hubiese llevado a la tumba.
Junto a la fuente Médicis del jardín de Portugalete lloró entonces con desconsuelo por la muerte de su madre. Y junto a la fuente Médicis de los jardines de Luxemburgo lloraba ahora con desconsuelo por la muerte de Izarbe. Tan sólo hacía cuatro meses que ella había estado allí con él, exactamente en el mismo sitio donde en esos momentos se encontraba.
Las gotas de lluvia más atrevidas remolcaron sus lágrimas hasta la fuente. La muerte de su madre le empujó a huir de Bilbao y la de Izarbe le exigía ahora regresar.
Regresar para enfrentarse a su pasado.
De repente, las incipientes notas de un réquiem se desperezaron en su cerebro. Era el Aria di chiesa de Alenssandro Stradella. La melodía que desató su amor por la música desde que la escuchara por primera vez el 9 de abril de 1882, el mismo día que conoció a Izarbe.”

La ciudad de los ojos grises. Feliz G. Modroño.


Los orígenes de la composición de Pietá Signore son un misterio. De hecho hasta se ha puesto en tela de duda el nombre de su autor verdadero y se ha atribuido a Stradella.
Algunos afirman que Stradella realmente no fue su autor. Sin embargo desde que la New York State School Music Association le atribuyó la autoría de ésta aria, el nombre de Stradella aparece en los créditos como su autor.



 Pietá Signore es una pieza perteneciente a la época barroca. En los príncipios de esta época surge o resurge la necesidad de escuchar la voz humana en solitario, dejando atrás la polifonía vocal renacentista.
Esta necesidad ya venía  gestándose en los años anteriores al barroco cuando los músicos y poetas sentían la necesidad de expresarse en el canto de forma monódica. Dicha necesidad debe ser comprendida como una aspiración de expresarse de manera individual. De esta forma el cantante solista comienza a sobresalir y darse a notar para ser el centro de la atención. Estas nuevas aspiraciones hacen surgir la necesidad de una buena técnica vocal, que además del desarrollo de la voz implique que las palabras contenidas en el texto cantado se entiendan. Con el desarrollo de la monodia el cantante debió adaptarse a los cambios y empezaron a surgir escuelas de canto. Durante el barroco florecen géneros como son la ópera, el oratorio, la cantata y
las pasiones y se definen formas vocales como el recitativo, y el aria.
Con el paso del tiempo se hace más notoria la división del canto en recitativos y arias. Mientras el recitativo era una declamación melódico musical con libertad tonal, las arias eran obras interpretadas por solistas, en forma independiente, donde el cantante expresa sus sentimientos, pero sobretodo busca hacer alarde de sus virtudes vocales. Al desarrollarse estas formas vocales los teóricos del arte delcanto enseñan a lograr tonos bellos y sustanciosos. Se descubre también que en el canto no es suficiente poseer una voz prodigiosa, sino también una disciplina que incluya ejercicios para desarrollar y educar la voz hasta hacerla más robusta, manejable y con el dominio de una dicción clara.
Pietá Signore fue compuesta en este contexto de la historia del canto. La canción es un aria sacra, o aria di chiesa escrita como una forma de adoración a Dios. El título significa “Señor ten piedad” y por lo tanto el contenido del texto es una súplica a Dios pidiéndole perdón y piedad.

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