miércoles, 15 de abril de 2015

Carvalho - Klee - Vázquez Montalbán



“Bordeó la piscina cubierta por un plástico azul. Las sillas volantes de un columpio tomaban la luz de la luna. Se sentó en una de ellas y se dio impulso para columpiarse. Subía y bajaba en un silencioso vavivén de columpio bien y recientemente engrasado. Subía hacia una luna ojerosa y bajaba para recuperar el brillo diamantífero de una gravilla rica. Un sapo voluntarioso pasó bajo en sillón volante y se fue hacia la piscina. Desapareció bajo la cubierta de plástico en las aguas paralíticas. Carvalho subía hacia los cielos de impotentes oscuridades para tanta luna. Era el mismo cielo de la cárcel de Lérida convertido en un camino de huida imaginaria en una realidad cercada por cuatro puntos cardinales de piedra. Algún camarada le había mandado una postal que reproducía un cuadro mágico de Klee. La luna era una pelota roja jugando sobre los tejados de una ciudad cúbica”.


Asesinato en el Comité Central. Manuel Vázquez Montalbán.






El cuadro mágico de Klee al que se refiere el protagonista es "Castillo y Sol" de 1928.




 
Este óleo, que anticipa los resultados alcanzados tras el importante viaje a Túnez pero es también deudor del viaje italiano del otoño de 1926, en el que el autor había podido admirar los mosaicos de Rávena, recoge las múltiples direcciones en las que hasta entonces se ha desarrollado el arte de Klee: el módulo formal del cuadradito, el elemento del sol, repetidas veces incluido en las composiciones kleenianas y aquí con un papel dominante, suspendido en un firmamento casi uniforme y encajado entre las agujas del castillo-, la investigación sobre el color resuelta en una caleidoscópica combinación de tonalidades diversas y, en fin, el tema del "cuadro dentro del cuadro", introducido por el doble borde, que ocupa aquí tres lados de la composición. El año 1928 es también el del escrito al que se debe la fortuna teórica de Klee; se titula Investigaciones exactas en el ámbito del arte, está centrado en temas del Racionalismo y se publicó en la revista de la Bauhaus en la época del traslado de la sede a Dessau (la derecha municipal de Weimar se oponía a que la institución permaneciera en la ciudad). El texto defiende un equilibrio entre intuición artística y aspecto analítico-constructivo. Esta armonía se pone bien de manifiesto en la producción de Klee. En Castillo y sol, la dicotomía es paradigmática: la arquitectura del castillo, compuesta por precisas figuras geométricas, se opone a otra figura, de carácter simbólico, la esfera del sol. Ambos elementos se pueden considerar como metáforas del intento de conciliación teorizado por Klee.






Paul Klee fue un pintor suizo, nacido en Münchenbuchsee en 1879.  Hijo de un profesor de música, realizó estudios clásicos en Berna. Se inscribió en la Academia de Munich, donde tuvo como profesor a Franz von Stuck (1898-1900) y se familiarizó con las teorías del Jugendstil, que más tarde pondría en práctica en obras como Cabeza amenazadora (1905).
De regreso a Berna, prosiguió su período formativo centrándose en la música, lo gráfico, la lectura de clásicos y en la observación de las obras de Blake, Klimt, Goya y, en París, de Leonardo y Rembrandt. Posteriormente realizó una serie de dibujos inspirados en Van Gogh, Cézanne, Matisse y otros representantes de la escuela francesa.
En 1911 entró en contacto con el grupo del Blaue Reiter (El caballero azul), lo que le permitió conocer a sus creadores, V. Kandinsky y F. Marc, así como a Kubin y a Macke, con quienes expuso al año siguiente en Berlín. En París se relacionó con Delaunay y el clima cubista y centró definitivamente su interés en el movimiento y el tiempo, la luz y el color (en los que influyó notablemente su viaje a Tunicia, en 1914, con Louis Moilliet y Macke), con primacía sobre los valores psicológicos de las formas. Su vida de recogimiento espiritual dio como resultado una prolífica obra.
En 1920 ingresó en la Bauhaus de Weimar, donde fortaleció su método de análisis, y en 1924, junto con Kandinsky, Feininger y Jawlensky, formó el grupo de los Blaue Vier (Los cuatro azules). Las obras realizadas durante este período están repletas de imágenes misteriosas y de zonas cromáticas acompañadas de tenues signos gráficos (Teatro botánico).
Tras ser profesor de la nueva Bauhaus de Dessau (1921-1930) y de la Academia de Düsseldorf (1931-1933), la condena nazi de su obra le obligó, en 1933, a exiliarse a Berna, donde, en claro paralelismo con la esclerodermia que contrajo, su producción adquirió un tono simbólico y dramático con elementos temáticos esquematizados progresivamente hasta convertirse en ideogramas (Un rostro y también el de un cuerpo, Tañedor de tímpanos, Muerte y fuego, Demonio, etc.).
Además de Diarios, Klee escribió artículos acerca del arte, que pueden considerarse como una teoría del arte moderno. En la actualidad, la mayoría de su obra se halla depositada en el Museo de Bellas Artes de Berna (fundación Klee).

Falleció en  Muralto en 1940.
 


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