lunes, 5 de mayo de 2014

Himmler-Giesbert-Cavaradossi




…distribuí una fotocopia en la que había escrito mis siete mandamientos:

Vivid cada día como si fuera el último.
Olvidadlo todo pero no perdonéis nada.
Vengaos los unos de los otros.
Desconfiad del amor: se sabe cómo se entra pero no cómo se sale.
No dejéis nunca nada en vuestro vaso, ni en vuestro plato, ni a vuestra espalda.
No dudéis en caminar contra corriente. Sólo los peces muertos la siguen.
Moríos vivos.

Acababa de apurar mi copa de champán cuando recordé otro precepto que siempre me cuide de seguir: Dejad de lado vuestro amor propio. Si no, nunca conoceréis el amor. Lo grité y lo repetí dos veces para que se enterase todo el mundo, después Jacky conectó su móvil a los altavoces y cantamos, dirigidos por él, su aria preferida: E lucevan le Stelle de Tosca…..
 La cocinera de Himmler. Franz-Olivier Giesbert.





«E lucevan le stelle (Y brillaban las estrellas)» es una famosa romanza para tenor de la ópera Tosca (ópera), compuesta por Giacomo Puccini, con libreto de Luigi Illica y Giuseppe Giacosa, estrenada el 14 de enero de 1900 en el teatro Costanzi de Roma.

Es una composición elegíaca del tercer acto final, donde el protagonista, el pintor republicano y simpatizante de las ideas liberales Mario Cavaradossi, entona como prisionero en el Castillo Sant'Angelo (Roma), momentos antes de su inminente ejecución.



Comienza con un melancólico y desolado sólo de clarinete mientras despunta el amanecer, Cavaradossi evoca los momentos íntimos vividos con su amante, la diva Floria Tosca, las estrellas se disipan lentamente y el carcelero lo llama para la ejecución.

Es una de las arias más famosas del repertorio lírico y su popularidad supera incluso al única aria del rol titular de la ópera (Tosca), Vissi d'arte.

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